Hayedo de Otzarreta
Casi todos hemos visto fotos preciosas del pequeño hayedo de Otzarreta, y hace tiempo que quería ir a verlo, a ser posible en Otoño.
Este año, por fin decidimos ir, y lo organizamos como salida de Otoño del grupo fotográfico Distira. Pusimos fecha, y preparamos todo para ir.
Los días previos ya anunciaban que igual el tiempo no era el mejor en la fecha elegida, pero el otoño se está acabando, y aún así unos cuantos valientes hemos ido.
La previsión metereológica se ha cumplido y el tiempo ha sido peor aún de lo esperado, lluvia, viento… era casi imposible hacer fotos, continuamente el objetivo se llenaba de gotas, y hacía tanto viento que no sentíamos ya las manos.
Lo mejor de todo, sin duda, el caldo y el bocadillo que nos hemos comido todos juntos después para que nuestras manos volvieran a la vida 🙂
Las fotos un desastre… ¡tendremos que volver!
Exposición colectiva Distira 2019
En estos días se exhibe en la sala Oxford de Zumaia la exposición colectiva de la asociación fotográfica Distira.
Como cada año, se nos da la oportunidad a los socios de exponer una de nuestras fotografías.
Este año también me he animado a participar. El año pasado expuse una fotografía nocturna, el anterior una de macro, y este año me he decidido por una de las fotos de paisaje de la playa de Barrica.
En conjunto, con una gran variedad de fotoografías, creo que ha quedado una exposición muy bonita.
Uvas
Uzbekistan-Khiva
La última ciudad que he visitado en Uzbekistan ha sido Khiva, un lugar con un encanto muy especial.
En esta parte del país la salinidad del agua es altísima, y por ello la media de vida de sus habitantes es inferior a la del resto del país. La sal perjudica también a sus monumentos, llama la atención como la parte próxima al suelo de los mismos, se deteriora rápidamente.
En Khiva me he permitido el lujo de dormir en una madraza convertida en hotel, una experiencia única y muy especial que recomiendo a todo el que viaje allí.
En Khiva hay preciosos minaretes también, pero quizá el que más llamó mi atención fue el Kalta-Minor que aunque esté sin terminar, tiene unos colores y una decoración muy bonitas.
Precioso también es el mausoleo Pahlavan Mahnud, donde numerosos fieles acuden cada día a orar. Tanto suelo, como paredes y techos, están decorados hasta el último milímetro. Los verdes y azules se intercalan en armoniosas formas, de manera que hacen que sea todo un espectáculo poder contemplar tanta belleza junta.
De gran belleza es también la Ciudadela Kunya-ark y disfrute mucho mientras nuestro guía nos contaba toda la historia de esta edificación.
La mezquita Juma, con sus columnas de madera, donadas por distintos fieles es un lugar también digno de visitar y con una bonita historia.
Al caer la tarde y bajar un poco el calor, me permití subir a la muralla y ver una panorámica diferente de la ciudad, con ese contraste de preciosos monumentos y casas muy humildes, donde el cableado queda a la vista, conviéndose en un caos de cables y antenas.
Y lo mejor sin duda, pasear por la noche entre sus calles, cuando los turistas agotados ya se han retirado a descansar, y los que nos gusta la fotografía nocturna, seguimos buscando esas fotos diferentes y un poco más especiales.
Afortunadamente, en Uzbekistan comienzan a iluminar sus monumentos a la noche, con iluminación adecuada. Según nos contaba nuestro guía, llevan muy poco tiempo haciéndolo.
El viaje de vuelta fué bastante complicado debido a los retrasos en los aeropuertos, pero al menos disfrutamos de un bonito atardecer mientras despegabamos.