Las enormes crecidas del río Tormes el pasado invierno y primavera, han cambiado drásticamente el paisaje en muchas zonas.
Han quedado al descubierto muchísimas piedras que antes tapaba el río, y el cauce del Tormes se ha desviado.
He estado unos días en esta zona de Avila que suelo visitar cada año, y he aprovechado para fotografiar lo diferente que se ve aquí el río este verano.
Hacía mucho que no sacaba el objetivo macro, y hoy viendo que ya quedaba poco para que recogieramos las grosellas y que tenían una luz muy bonita, he aprovechado para sacarles algunas fotos.
Me encanta ese color rojo que tienen, en contraste con el verde de las hojas.
Y hoy otra vez a Itzurun a ver atardecer… como ayer estuve a pie de playa, hoy he decidido quedarme arriba.
Me he quedado hasta que se ha hehco de noche y han encendido las luces de la iglesia de San Telmo, porque a esa hora había unos preciosos tonos granates en el cielo.