Árboles y estrellas

Este verano he tenido la suerte de poder compartir conocimientos fotográficos con un buen fotógrafo y mejor persona que reside en el lugar donde paso parte del verano. El conoce la zona mucho mejor que yo, y con gran generosidad ha compartido conmigo esos conocimientos.
A ambos nos gustan entre otras las fotos nocturnas, y como no son tantas las ocasiones en que se puede disfrutar de ellas, hemos ido hoy a intentar hacer alguna fotografía, a pesar de que la luna nos iba a poner difícil ver el centro galáctico.
A pesar de todo hemos disfrutado de unas horas aprendiendo juntos y disfrutando de nuestra afición, y estoy segura de que lo seguiremos haciendo cada vez que me acerque por esa zona.
Estas fotos van dedicadas a ti Angel, ¡¡gracias por todo!!

Almiar en la noche

En algunos pequeños pueblos de la provincia de Avila, se conserva aún la tradición de construir almiares de heno. No son frecuentes, pero en mis paseos durante el día había localizado algunos bien ubicados para la fotografía nocturna.
Aprovechando los cielos despejados y las buenas temperaturas que estamos teniendo este verano, he podido fotografiarlos hoy, incluso permitirme el lujo de esperar el tiempo suficiente de hacer una circumpolar.

Conquistando la tortuga

Costó encontrar la tortuga de la que nos había hablado otro compañero fotógrafo, pero al fin dimos con ella y mereció la pena. Tuvimos que esperar a que la vía láctea se posicionara en el encuadre junto con la tortuga, para conseguir la foto que quería, y mientras se posicionaba, aproveché para fotografiar algún curioso árbol cercano.

Castillo de Zafra

Una de las ubicaciones a las que pensaba llegar en estas vacaciones era al Castillo de Zafra, un lugar del que había visto muchas fotos, sobre todo nocturnas.
Cuesta un poquito llegar hasta allí, pero sin lugar a dudas merece la pena poder contemplar las estrellas en ese marco incomparable, con la situeta del castillo y sin contaminación lumínica.
Tuvimos la suerte de que no había más fotógrafos allí que nosotros, supongo que el hecho de ir entresemana siempre ayuda.
Además, las nubes que había durante la tarde, se fueron quitando al llegar la noche, quedando todo totalmente despejado.
Pasé allí algunas horas, haciendo fotos desde diferentes angulos, con luz fría, cálida… hasta decidir el que más me gustaba.
Tuve algunos problemillas y las fotos no son todo lo buenas que quisiera, pero bueno, ¡¡¡de todo se aprende!!!

Nunca digas de este agua no beberé…

Cuando hace un par de años mi amigo Alex me contaba que había hecho fotos nocturnas junto a un cementerio, le respondí que como se le ocurría, que yo no tendría el valor, y de veras que así lo creía.
Quien me iba a decir que no tanto tiempo después estaría haciendo algo parecido, y la verdad es que tampoco ha sido tan traumático, eso si como dice Mecano ‘sin pasar de la puerta…’
Y tras la aventurilla de las cruces, me he acercado a Neila de San Miguel, un lugar precioso, pero al que llega demasiado contaminación lumínica de las farolas cercanas, y la circumpolar no ha quedado tan bien como yo hubiera querido.