Hoy por fin hemos podido salir a pasear a última hora de la tarde.
Con mascarilla, con todas las precauciones, y con un poco de miedo también…
He decidido ir por un camino a las afueras del pueblo, para no encontrarme con mucha gente.
Y para mi sorpresa, en uno de los caseríos por los que he pasado, había un potro con un solo día de vida, una preciosidad!!!
Y allí he estado, disfrutando de este pequeño personaje, hasta que me ha sorprendido el atardecer, y he tenido que volver a casa antes de que anocheciera.