Este fin de semana he estado en la estación de esqui de Arette que es la que más cerca tengo de casa.
Esta vez hemos cogido un apartamento a pie de pista, y con solo abrir la cortina ya podíamos disfrutar de la vista a las pistas, o incluso del trabajo nocturno de las máquinas que por las noches preparan las pistas, para que los esquiadores las puedan disfrutar al día siguiente.
También ha sido todo una experiencia enfrentarse a la carretera nevada, y sacar el coche del montón de nieve que lo cubría…bufff!!!