Me llamo Soraya y aunque no soy fotógrafa, la fotografía es mi mayor pasión.

Nací y he vivido la mayor parte de mi vida en  Euskal Herria, pero también he vivido durante años en otros lugares de la península igual de estupendos, y de todos ellos atesoro momentos que recordaré siempre.

Me considero una persona positiva y de mente muy inquieta, los que me conocen saben que siempre necesito tener uno o varios proyectos entre manos…

Desde niña me ha atraído la fotografía, y fui cayendo en este mundillo casi sin darme cuenta.

Soy autodidacta, lo que sé lo he aprendido sobre todo a base de práctica, y de los pequeños tutoriales encontrados por Internet.

Hace un  par de años decidí apuntarme a la asociación fotográfica Distira, de Zumaia. Con mis compañeros y compañeras de la asociación puedo compartir esta afición, elaborar proyectos y sobre todo aprender con ellos.

En ocasiones necesito estar sola haciendo fotografías, pero en otras es muy divertido y didáctico hacerlas con ellos.

Además de la fotografía me encanta la música, leer, el cine y en general el mundo audiovisual (grabar y editar videos, hacer páginas webs…).

Me gustan el monte y el mar en la misma medida, y aunque parezca una contradicción, también me gusta la tecnología y estar al día de lo que va saliendo al mercado.

Soy Licenciada en informática y  es a lo que me dedico profesionalmente, por tanto tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta.

¿Porqué hago fotos? Porque me gusta y porque lo necesito.

En la fotografía encontré la fuente inagotable de creatividad que mi mente necesitaba. Además es una forma estupenda de tomar contacto con  la naturaleza y el mundo que nos rodea, incluso de conocer gente.

No necesito lugares lejanos donde ir, aunque si puedo tampoco desaprovecho la ocasión. Pienso que siempre hay algo nuevo que descubrir en nuestro entorno más cercano, y que las cosas pequeñas pueden ser las más grandes.

¿Qué tipo de fotos hago? Las que me gustan, las que me llenan, las que me trasmiten, las que me enseñan, las que me relajan…  nunca hago fotos pensando en enviar a ningún concurso y de hecho casi nunca lo hago, no espero vivir de esto ni quiero demostrar nada a nadie.

No me caso con ningún género fotográfico, he probado casi todos y voy pasando de uno a otro según me lo pide el cuerpo. Quizá la fotografía nocturna sea la que más me guste, pero no por las fotos que se obtienen sino porque en esas noches en que estás solo con tu cámara y la inmensidad del universo estrellado, el mar de sensaciones es tal, que solo me entenderá el que haya tenido la suerte de vivirlo.