Este fin de semana he podido disfrutar junto con muchos otros apasionados de la fotografía (profesionales y aficionados) de la primera edición de Euskalphoto, un festival que ha nacido con mucha fuerza y ojalá continúe durante muchos años. Desde aquí mis más sinceras felicitaciones a los organizadores y patrocinadores del evento, por un programa tan variado y de tanta calidad, y perfectamente organizado.
Durante tres intensos días (20, 21 y 22), hemos vivido en Hondarribia momentos irrepetibles de la mano de grandes maestros de la fotografía y sobre todo grandes personas, que han conseguido emocionarnos en muchas ocasiones.
Sería difícil quedarme con un momento o una imagen del festival, porque han sido muchos. La vitalidad de Thais Varela, la cercanía de Javier Alonso, la naturalidad de Javier F.Ferreras, la creatividad de Juan Luis Limeres, la lección de vida de Ana Palacios, la simpatía y creatividad de Pitu López, la espontaneidad de Rebeca Saray, la claridad en la exposición de Israel Luri, la profesionalidad de Marta C. Dehesa….
Y poder conocer en persona a dos grandes de la fotografía en España, grandes maestros y sobre todo grandes personas: Joanna Biarnes y Gervasio Sánchez.
Todo un lujo para los que amamos la fotografía, ya sea como profesión o como afición.
He salido del festival con las pilas cargadas, sabiendo que somos muchos más de los que pensaba los que creemos y disfrutamos de este arte, y que hay grandes maestros muy cerca nuestro.
He aprendido mucho este fin de semana, pero sobre todo me ha reafirmado en lo que la fotografía es para mi.
¡El año que viene vuelvo!