Durante el día de hoy se han concentrado en el polideportivo de Deba muchos aficionados, alumnos y maestros de Capoeira. Además la mañana ha finalizado con el acto del batizado en el que muchos niños han recibido su primer cinturón y otros han coseguido un cinturón de mayor categoría.
Además de hacer muchísimas fotos, he disfrutado de verdad del ambiente y el buen rollo que fluye entre esta gran familia de aficionados al Capoeira. Mis más sinceras felicitaciones a los organizadores del evento, y a todos los que han participado.
Lekeitio es uno de esos pueblos de la costa vizcaína a los que cuesta un poquito llegar por carretera, pero sin duda merece la pena llegar hasta allí y pasear por sus calles y disfrutar de su ambiente marinero y sus gentes. Hoy he tenido la suerte de pasar allí la tarde, y tras disfrutar del atardecer y de una cena ligera, he vuelto con las pilas cargadas a casa.
En la mañana de hoy se ha celebrado la prueba de subida y bajada del Urola en Kayak de mar. Primero en la playa de Santiago desde donde han salido los deportistas, y después cerca de la línea de meta, he estado sacando algunas fotos. El club Ixas Gain de Zumaia ha quedado segundo, ¡no está nada mal! ¡zorionak!
Todavía quedan algunos rincones del río Tormes que no son invadidos por los bañistas en verano. En estos lugares privilegiados, campan a sus anchas algunos animalillos como los «caballitos del diablo» (Zygoptera). Yo tengo la suerte de tener uno de esos lugares muy cerca de mi lugar de veraneo y lo he visitado varios veces los últimos días.
La fotografía es una excusa más para disfrutar en soledad de la naturaleza que nos rodea, es todo un lujo estar en lugar del río casi salvaje, rodeada de caballitos del diablo, que son tan confiados que acaban posándose en la cámara, en el objetivo y sobre mi, mientras lo único que se oye es el arrullo de la corriente del río. Y así me he pasado horas observando y fotografiando a estos curiosos seres, mientras los machos volaban persiguiendo a las hembras, o las hembras ponían sus huevos bajo el agua.
Me llama especialmente la atención que durante la cópula, los caballitos del diablo forman un corazón con sus colas, y me encanta fotografiarlos como podéis ver.
Como en años anteriores, durante las fiestas de San Pedro de Zumaia, hemos podido disfrutar de la increile actuación de los Falcons de Vilafranca. Durante el pasacalles han ido construyendo torres humanas que desafiaban el poder de a gravedad. Ni yo ni mi Canon hemos querido perdernoslo 😉 y además nos han acompañado unas nubes muy fotogénicas.