Estos días de vacaciones navideñas he pasado varios días de descanso a orillas del río Tormes. Tanto en los días despejados, como en aquellos cargados de nubes, he podido disfrutar de increíbles reflejos en las tranquilas aguas del río Tormes.
Hoy de camino a casa y tras disfrutar de la comida de empresa con mis compañeros de trabajo, he estado observando los reflejos de las luces navideñas en las calles mojadas. Casi sin pensarlo, he sacado mi pequeña cámara compacta y he empezado a sacar algunas fotos. Como se suele decir, la mejor cámara es: ¡la que llevas encima!
La verdad es que estos días, con la iluminación navideña, Donosti está especialmente bonito.
En los días pasados hemos podido disfrutar de la nieve al nivel del mar. Aunque en la costa ha desaparecido enseguida el paisaje nevado, a pocos kilometros ha continuado la nieve durante días. Por ello hoy he decidido madrugar y para hasta Ernio y disfrutar de los preciosos paisajes nevados que no tantas veces podemos disfrutar por aquí.